Maragogi
- Catulo y Lorraine
- 25 ene 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 21 feb 2019
Hola Maragogi, nos volvemos a encontrar ♥
Un pequeño pueblo de pescadores en el nordeste de Brasil, a aproximadamente unos 125km., unas dos horas en auto, desde Maceió. Posee la más importante barrera de coral de este país e increíbles playas de arena fina y aguas transparentes. El lugar ideal para los amantes del mar, el snorkel y el buceo.

El camino desde la ciudad es bellísimo.
La vegetación y el color verde hacen que las vistas sean de otro planeta. Eso sí manejen con cuidado ya que el recorrido está lleno de curvas, subidas y bajadas, y los brasileros son peligrosos al volante.
Si no alquilaron auto, les recomendamos que hagan la excursión. Te pasan a buscar por tu hotel temprano y te llevan allá a pasar el día.
¡No es necesario que sepas nadar!
Maragogi se caracteriza por tener la marea baja que forma bancos de arena en medio del océano donde podés caminar con el agua a la cintura rodeado de arrecifes de coral.

#NuestraExperiencia Cuando llegamos al pueblo, estacionamos el auto y nos acercamos a los bares de la costa para contratar la excursión. Caminen y pregunten, no se queden con la primera opción. A medida que avanzábamos los precios eran cada vez más económicos. De 100 reales por persona, terminamos contratando la excursión por 50 reales.
El paseo es de unas 2 horas y media aprox. Te llevan en catamarán hasta el medio del mar donde se encuentran las piscinas naturales para hacer snorkel, buceo o simplemente disfrutar de estar de pie en medio del océano.

El color del agua es una cosa de locos. Ese turquesa del que todo el mundo se enamora.

Nosotros somos fanáticos del agua, asique por supuesto agarramos el snorkel y nos fuimos a nadar hasta achicharrarnos.
Peces de varios colores, y una gran barrera coralina.
En nuestra primera visita, hace ya unos 9 años, en la mayoría de los lugares el agua era bastante profunda. En esta oportunidad la marea estaba bajísima. El agua nos llegaba a las rodillas y nadábamos justo por encima de los corales. Para nuestra sorpresa los peces se encontraban más donde estaba la gente que en las zonas más alejadas, se ve que ya notaron que ahí es donde hay comida.
DATO: Pueden chequear el estado de la marea acá o preguntar en el hotel cual es el día de la semana que la marea está más baja para poder disfrutar de esta experiencia.
Es una experiencia hermosa que todos alguna vez tendríamos que vivir.
De regreso en las increíbles playas descansamos y comimos unos camarones empanizados. Sorprendentemente los precios eran muy económicos, y si quieren llevarse un recuerdito aprovechen, la ropa de playa sale la mitad de lo que cuesta en Maceió. Yo ligué un kimono calado hermoso que me regaló Cátulo. ;)
Maragogi es paraíso y seguramente en algún momento nos volveremos a encontrar.
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